La estrategia de comunicaciones del uribismo paso a paso


| Por: Jorge Aguilera* / Contracara |
  
El ataque sin cuartel contra la Corte Suprema de Justicia por el apresamiento del capo del Centro Democrático ha hecho evidente una amplia estrategia de ataque no solo contra los magistrados y la CSJ sino en general contra la institucionalidad y la sociedad colombianas.

Sumado a ello, el planteamiento expreso de José Obdulio Gaviria según el cual el plan de su movimiento es estar en el poder durante 20 años, hace necesaria la descripción de sus metodologías, so pena de ir uno o varios pasos atrás de sus movimientos, asumiendo con sorpresa lo que es de fondo, ingenuidad.

Procuraré a continuación explicar la estructura de la estrategia uribista paso a paso, una vez analizadas un poco más de 7 mil de sus publicaciones.

La estructura de la estrategia

Para analizar la estrategia uribista vamos a abordar una estrategia de 3 ejes, el lenguaje, el mensaje y el canal. (Estrategia Situacional por Condicionantes, Aguilera 2007)


En el lenguaje se analizan las estructuras lingüísticas que acostumbra usar el uribismo, las más recurrentes. Un trabajo similar que puede ser visto a la hora de estudiar las comunicaciones del uribismo es el documento La lengua del Tercer Reich, de Víctor Klémperer, filólogo alemán que hace este abordaje como testigo del surgimiento y el holocausto judío perpetrado por los nazis.

Los mensajes serán compilados y entendidos como las constricciones lingüísticas mediante las cuales el uribismo desea posicionar ideas en la opinión pública, allí estudiaremos las oraciones o frases recurrentes con las cuales quieren establecer su punto de vista en la sociedad.

Ejercicios similares ya han sido abordados por autores como Habbermas (2018) Noelle- Neumann (1995) y Moscovici (1993). Por apenas citar algunos.

El estudio del canal se refiere a revisar la mediación, es decir, a través de qué o de quienes se dieron a conocer los mensajes que el uribismo le ha estado enviando a la ciudadanía.

Una vez explicada la estructura de análisis procederé a describir la estructura básica de hallazgos que permitan comprender la estrategia que viene usando el uribismo desde que se inició este estudio (2017).

Análisis del lenguaje

Gracias a los 7 mil trinos observados, se puede señalar que la estrategia del uribismo se mueve básicamente en 3 tipos de lenguaje, que denominaremos el lenguaje del engaño, el lenguaje del odio y el lenguaje del miedo.


Desde la primera perspectiva., el lenguaje del miedo, se hacen evidentes no solo una gran capacidad para construir información falsa sino además una amplísima estructura para distribuirla.

La información falsa será la base para los lenguajes del odio y el miedo, creaciones ficticias buscarán no solo generar odio hacia sus opositores sino además desarrollar estrategias para intimidar a través de campañas de miedo.

Hay conjugaciones bastantes particulares en esta parte de la información falsa que produce el uribismo y son las estrategias que desarrollan para desvirtuar la verdad, es decir hacer que la ciudadanía dude de hechos que son ciertos y comprobados y la relevancia de la verdad.

En este segundo punto y tomando como referencia los trabajos de la periodista Valerie Cortés de El Espectador sobre las campañas de información falsa que ha realizado el uribismo contra la JEP y contra la Comisión de la Verdad, se hace evidente que al uribismo no le interesa la verdad, su compromiso dista de estar allí porque está fundamentado en convencer a la ciudadanía de unas propuestas ideológicas, razón por la cual se concentrarán en decir lo que les permita convencer a la ciudadanía de esos objetivos independientemente si lo hacen con información cierta o falsa.

Una vez descrito su punto de apoyo, el lenguaje del engaño, pasaremos al lenguaje del odio, en donde por definición procurarán destruir las estructuras de valor de quienes se les opongan, allí a partir de información falsa construirán campañas de desprestigio e incluso, como también lo cita Klemperer (1947) construcción de nuevas terminologías.

En el lenguaje del miedo, también a partir de engaños, se construyen enemigos ficticios aunque además utilizan otro tipo de prácticas que permitan intimidar a la ciudadanía para hacerla sentir indefensa o con necesidad de protección.

Los mensajes

La estructura de mensajes estará asociada al tipo de lenguaje que estén usando en su momento.

En el lenguaje del engaño por ejemplo, el uribismo utiliza una amplísima gama de formas de mentir, razón por la cual no es posible describir una en particular sino una mezcla de propuestas para alcanzar su objetivo de engaño.

En este sentido son muy frecuentes las falacias de todo tipo, las falsas asociaciones, las narrativas ficticias (Historias que no han sucedido) la manipulación errónea de cifras o simplemente su invención, los eufemismos (utilizar palabras agradables para hechos macabros o negativos), e incluso, la realización de montajes, es decir, la “puesta en escena” de acciones falsas, articulaciones de falsos testimonios o acciones que no responden a la verdad o a lo fortuito de la realidad, sino armadas intencionalmente para causar determinado impacto en la opinión pública.

En los mensajes de odio los seguidores del centro democrático y el uribismo en general tienen una amplia escala de propuestas para destruir la estructura de valor de quienes consideren oposición.

Quien se atraviese en su objetivo de someter al país en su totalidad, se enfrentará a campañas de desprestigio que inician con la construcción de etiquetas (Mamerto, castrochavista, pro Far. Etc) que pasan rápidamente a los insultos.

El uribismo difícilmente discute desde argumentos, por ello pasan al ataque personal rápidamente.


Por su tendencia de atacar la estructura de valor de quien los increpa, una des sus prácticas comunes es la calumnia, desde su propio líder Álvaro Uribe pasando por senadores e influenciadores, es común encontrar que no se defienden de las acusaciones que les hacen, su respuesta es un contrataque al plano personal en donde vinculan a la persona que los increpa con conductas criminales o asociaciones delictivas (falsas por supuesto).

Alcanzada la calumnia, incurren por supuesto en injuria y difamación, es decir en ataques que no hacen justicia a los valores de la persona (injuria) o que buscan destruir su reconocimiento ante la sociedad (Difamación).

La polarización también será una estrategia recurrente y ampliamente reconocida, el mecanismo es muy simple, quien no esté con ellos o señale las conductas criminales de sus miembros será llamado “comunista, guerrillero,” etc. Evocando una clásica falacia por asociación, “si usted no está con nosotros, está en nuestra contra”.

Como dato curioso, también llevan a la práctica una de las acciones que Klemperer describe en su obra de 1947 sobre las estrategias de comunicación Nazis, que consistió en asociar a los judíos con enfermedades. Dice Klemeper en su obra que la idea de las campañas de desprestigio y los eufemismos así como el vincular a los judíos con enfermedades tenía como fin en preparar a la sociedad alemana para el exterminio de esta población.

Lo que hace hoy el uribismo es calificar a sus contradictores como “marihuaneros” o “drogadictos” otro elemento común con los nazis quienes atacaban de forma similar a intelectuales, profesores universitarios e incluso artistas. (Tal cual lo hace el uribismo hoy).

Sobre el lenguaje del miedo son más que frecuentes las campañas de intimidación de los seguidores del uribismo en redes contra quienes consideran sus opositores, el acoso en redes pasa rápidamente a las amenazas, incluso algunas de ellas amenazas de muerte, lo cual dice mucho de la responsabilidad del movimiento con la construcción de información falsa.

A nivel macro, es ya reconocida la habilidad del uribismo para inventarse enemigos exteriores, el castrochavismo o recientemente el neocomunismo.

Allí también hay una similitud impactante con los nazis, como lo fue el surgimiento de Hitler posicionándolo como “el salvador” del país, “el más grande político” de la historia alemana, que defendería al país de la “amenaza comunista” que traerían los judíos, los profesores, los periodistas y las “minorías impuras”.

Valga recordar con este ejemplo que los movimientos de corte fascista no son democráticos, su principio no son las sociedades abiertas y participativas sino cerradas y basadas en el exterminio de una parte de la población que consideran pone en riesgo sus privilegios.

Los canales

Cuando ante una situación de crisis o una marca bajo ataque se desarrolla una estrategia de defensa, lo más común es desarrollar matrices de comunicación.

Es decir, de acuerdo con conductas observadas y debidamente sustentadas, se establece quiénes y de qué forma están generando el ataque.

En el caso del ataque al sistema de justicia colombiano por parte del uribismo establecer esta matriz es muy sencillo.


Simplemente lo que hay que hacer es, de acuerdo con lo que han publicado y cómo han participado en el ataque, se deben hacer 6 matrices, una por cada canal identificado.

Allí deben aparecer los perfiles que atacan a los magistrados, a la corte o a la ciudadanía, así como los sitios que usan, qué influenciadores participan, qué líderes de opinión nutren los contenidos y qué periodistas y medios de comunicación hacen parte de la estrategia.

Cabe recordar en este momento las notas de @Cocheck y la Liga Contra el Silencio en sus hallazgos sobre “la bodeguita uribista”. Muy diciente es que al buscar los vínculos de sus integrantes resultaron ser familiares de personas vinculadas al narcotráfico, al paramilitarismo, a mafias de la corrupción, a altos rangos militares así como altos consejeros de gobierno.

Frente a otro tipo de ataques la connotación es bien distinta pero cuando se trata de un proceso penal, la consecuencia solo es una y es la implicación en el delito de obstrucción de la justicia, como mínimo, pasando por los delitos de calumnia y claro, fraude procesal.

(*) PhD en Gestión Estratégica de Comunicaciones.

Bibliografía:

Aguilera Jorge. (2007) Gerencia Integral de Comunicaciones. Bogotá. Ecoe.
Cortés, Valerie. El Espectador. 07/07/2020. los bots detrás de la cruzada digital contra la JEP I:
Cortés, Valerie. El Espectador. 08/07/2020 los bots detrás de la cruzada digital contra la JEP II: https://www.elespectador.com/colombia2020/justicia/jep/los-bots-detras-de-la-cruzada-digital-contra-la-jep/?fbclid=IwAR0k84uXHu-UvYu5248NwNbbJJkncN6nOM_S3Vr8feR_0Q2WhLbIHi1ig5U
Cortés, Valerie. El Espectador.09/08/2020. El juego sucio en redes contra la comisión de la verdad. https://www.elespectador.com/colombia2020/justicia/verdad/el-juego-sucio-en-redes-contra-la-comision-de-la-verdad/?fbclid=IwAR0LT_54CuXvyKQG2D92CW8yPLQYUhaamnKpnQMsuMYFCdjEOWZDzSKxFE4
Habbermas, J. (2018) Historia y crítica de la opinión pública. Ed Gustavo Gili.
https://www.elespectador.com/colombia2020/justicia/jep/hay-una-bodeguita-uribista-contra-la-jep/?fbclid=IwAR1_LuMlGDjc8GSouQ0kyiPAaOT4Tor7mPbGJK9FDl23LeFV10v6VFRJ3c4
Klemperer, Víctor. (2001). La lengua del Tercer Reich. Barcelona. Ed Minúscula.
Liga Contra el Silencio. En las entrañas de una bodeguita uribista. El Espectador. 06/02/2020. https://www.elespectador.com/noticias/politica/en-las-entranas-de-una-bodeguita-uribista-articulo-903239/
Moscovici, Serge. (1993). La era de las multitudes, tratado histórico de la psicología de masas. Fondo de cultura económica.
Noelle- Neumann, Elisabeth. (1995) La espiral del silencio. Opinión pública, nuestra piel social. Paidós

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