| Por: Gearóid Ó Loingsigh |
El 9 de septiembre Bogotá estalló de
nuevo luego del asesinato de Javier Ordóñez a manos de la policía. Lo mataron mientras suplicaba por su vida.[1] Fue la primera gran
revuelta desde las marchas del año pasado y la policía respondió de la única
forma que sabe, con una masacre de siete personas. Esta
masacre a diferencia de las otras que ha vivido el país ocurre en plena
capital, no en un rincón aislado, y es una masacre atribuible a la Alcaldía y
también a la Presidencia del país.
Las reacciones no se
hicieron esperar. Claudia López, la alcalde y máxima responsable de la Policía
en Bogotá reaccionó con calma ante el asesinato de Javier Ordóñez y en un video
se ve que simplemente preguntó si el caso se pasó a la Fiscalía, y el alto
oficial presente le informó que no, que lo pasaron a la Justicia
Penal Militar. Ella no se inmutó. Seguro no esperaba la
reacción de la gente. El saldo de la noche de protestas es
de siete personas asesinadas, cinco en Bogotá y dos en Soacha, 140 heridos de
ellos 87 policías, ocho buses del Transmilenio incinerados y 56 instalaciones
de la Policía dañadas, entre ellas 22 CAI incinerados.[2] El ministro de Defensa ofreció hasta 50 millones por información sobre las
muertes.[3] No tiene que ir más lejos a las filas de la Policía y preguntar quién
quiere delatar a sus mandos, pero no lo hará.
Según Claudia López, los actos de protesta no son
justificables y además afirma con la mayor estupidez que "destruir a Bogotá no va
a arreglar la Policía, no va a restablecer el déficit de confianza y
legitimidad que hay en la Policía"[4]. Tiene algo de razón pero
no se trata de si la violencia va a arreglar la Policía, sabemos que ella no va
a arreglar a la Policía, durante el confinamiento, mandaba con orgullo a la
Policía a desalojar a pobres, exhortaba a imponer orden, recibía denuncias de
abusos por parte de la Policía, como extorsiones, torturas, golpizas,
violaciones y abuso sexual
y no hizo absolutamente nada. Hoy luego de una noche de rabia justificada anuncia que
pidió a la Procuraduría y la Defensoría del Pueblo liderar un proceso de
reforma estructural de la Policía y dijo que "es al mismo presidente de la
república a quien le corresponde liderar esa reforma".[5] Nunca se preocupó por eso cuando desalojaba a la
gente, cuando violaban a mujeres, ni cuando torturaron a un joven quemando su
cabeza en un CAI, pero luego de una noche de violencia, encontró su espíritu de reforma. Puede que la violencia
no arregle la Policía, pero hizo mover a esta derechista alcalde por primera
vez este año.
La
izquierda parlamentaria guarda cierto silencio ante los hechos, aunque el
senador Petro sí se pronunció y circuló videos de los hechos y los calificó de
asesinatos.
En la
mañana de este jueves, Petro se refirió a las alusiones del uribismo y
manifestó: “La cifra oficial de asesinados en Bogotá se eleva a 8 con Javier
Ordóñez. El uribismo trata de culparnos de los hechos. Han construido una
política de seguridad basada en la muerte, han llevado a la policía a ser
fuerza letal y no civil y han llevado el país a una dictadura”.[6]
Dejemos de lado que la Policía en
Colombia siempre ha sido una fuerza letal, su descripción es acertada, la
política de seguridad de los uribistas y también de los Verdes en persona de la
alcalde Claudia López es una política de muerte y de miedo.
Luego de un confinamiento que no sirvió mucho para reducir el contagio de
Covid-19 por la forma de aplicarlo, los jóvenes expresaron su rabia ante el
asesinato pero también con total seguridad hay elementos de rabia ante el robo
del erario, ante la entrega de recursos públicos a Luis Carlos Sarmiento
mientras la gente aguantaba hambre en casa.
Ahora, no basta con una tímida reforma
de la Policía como quiere López, toca que ella renuncie de su puesto. Es ella quien tiene la responsabilidad en los hechos, ella es la autoritaria
que no hizo nada durante su mandato para reducir la violencia policial sino que
mediante sus declaraciones la aumentaba. Cuando los estudiantes
protestaban ella salía gritando y regañándolos como si fuera la mamá de ellos y
hasta hizo montajes publicitarios de ese estilo con madres.
Nunca salió a gritar y chillar en ese estilo tan de ella, cuando la
Policía violaba a mujeres. No, y ahora no podemos
confiar en su propuesta de una reforma lejana.
Es la hora de su renuncia, la destitución de los altos mandos policiales y el
castigo de todos los policías involucrados en estos y otros hechos de
violencia, pues no son pocos durante el confinamiento y no se limitan a Bogotá
tampoco y por eso Duque y el ministro de Defensa también deben renunciar, ellos
también asesinaron a Javier.
[1] Se puede ver un
video del asesinato y otros videos de las protestas aquí en este reportaje de
Russia Today https://actualidad.rt.com/actualidad/366093-ministro-defensa-colombiano-confirma-muertes-bogota
[2] El Tiempo (10/09/2020) Siete muertos,
140 heridos, saldo de violenta noche de protestas https://www.eltiempo.com/justicia/delitos/cinco-muertos-y-80-heridos-saldo-de-noche-de-protestas-en-bogota-537005
[4] El Espectador (10/09/2020) “Destruir a Bogotá no va a
arreglar la Policía”: Claudia López https://www.elespectador.com/noticias/bogota/destruir-a-bogota-no-va-arreglar-la-policia-claudia-lopez/?cx_testId=14&cx_testVariant=cx_1&cx_artPos=0
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[6] El Tiempo (10/09/2020) Polémica entre
Petro y Uribistas por violencia en protestas https://www.eltiempo.com/politica/congreso/polemica-entre-petro-y-uribistas-sobre-violencia-en-protestas-537029
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