#AUV A propósito de la sorpresa en época pandémica


| Por: José Lanza Tumpa |

Acaso nos hemos preguntado: qué se esconde detrás de tanta euforia y algarabía, en algunos sectores de información y en fracciones de la izquierda innocua y rompehuelgas, con motivo de la decisión de la Corte Suprema de Justicia, al ordenar la detención domiciliaria del señor Álvaro Uribe Vélez?.

Acaso no será otra estratagema más del sindicado y su defensa, como lo corrobora la negra e inicua historia en nuestro país, en la larga y funesta lista de exención y exculpación de tanto delincuente, que a lo largo de la historia colombiana han hecho con las riquezas y con la vida del pueblo lo que se les ha dado la gana.

Acaso como astutos truculentos que son los politicastros, no están pescando en río revuelto, que para este caso, es lo mismo que deslumbrar incautos y con ñapa de la ocultación de la verdad real?.
Por qué lo anterior?.

Dichas manifestaciones de júbilo disparadas con gran despliegue a nivel nacional e internacional, a nuestro modo de ver y avizorar, de lo que se trata realmente detrás de dicho jolgorio y regocijo, es convertir, lamentablemente, en escollos mimetizados, en las trabas sutiles para torpedear las múltiples investigaciones que están en curso en la Corte Penal Internacional, por todo el prontuario delictivo de más de treinta años que pesa sobre el señor Uribe.

Como se sabe, la Corte Penal Internacional está por retomar investigaciones donde se le sindica al señor Uribe de varios delitos, entre otros, homicidios calificados de lesa humanidad, que de resultar culpable allí, no le alcanzaría su vida para pagar la condena.

De modo que si cantamos victoria, por el hecho de que al señor Uribe se le haya dado el latifundio por cárcel, e inclusive, si festejamos en caso de resultar condenado en el innocuo proceso que se le investiga por soborno y fraude procesal, innegablemente, no dejaría de ser un premio a su larga lista de criminalidad atroz; y por ende, un manto más de impunidad archivado en la extensa y triste lista que reposa en los anaqueles judiciales, y un contundente ramalazo más de dolor para las víctimas, que perdieron a sus seres queridos y familiares a causa de tanto crimen malvado y alevoso, y que siempre guardaron la esperanza de que la justicia recayera sobre los responsables en cabeza del señor Uribe.

Antes de continuar con nuestro punto de vista disertante, con respecto al “tejemaneje” de moda del señor Uribe, recordemos a secas pero ecuánimes y reflexivos, esa sentencia galopante en la historia de la guerra: “la sorpresa es una prioridad estratégica absoluta”.

No es otra cosa lo que nos han propinado: una sorpresa, con la decisión de “encarcelar” al señor Uribe en su mansión. Y con ello, por supuesto nos atizan y nos asestan un ánimo de satisfacción falso, con el cual nos endulzan el oído y nos embelesan el verdadero sentimiento justiciero que nos motiva, que es desde luego, entre otros, ver a un monstruo del crimen verdaderamente tras las rejas, con una condena justa que genere en las víctimas y en las clases populares, la reparación o el resarcimiento por todos los males y crímenes causados. 

No podemos permitir que la decisión en derecho, por parte de la Corte Suprema de Justicia, que ha generado el deslumbramiento, principalmente en buena parte de esa izquierda voluntarista, impacte también en el conjunto del pueblo y sobretodo en las víctimas directas que no han descansado porque se cuente la verdad y que se haga realmente justicia.

No sobra decir, que el deslumbramiento en la mira de un cazador, provoca tergiversación en el objetivo que busca disparar, y puede llegar a producir pérdida total en alcanzar dicho objetivo, máxime si trata de curar la ofuscación limpiándose con pañitos de ají. Esto sencillamente impactaría en una ceguera temporal, pero en definitiva, el objetivo principal se esfumaría para siempre.

De lo que se trata es de advertir, que no podemos caer en el error de muchos niños que a veces se comen los dulces antes del recreo. Como en el caso que nos ocupa, no debemos festejar por el hecho de ver al señor Uribe con cara de triste y de yo no fui, pues eso hace parte del espectáculo táctico, para garantizar un futuro henchido de liberación absoluta.

Pero además, hay que tener presente y claro y caer en la cuenta de que, el objetivo primordial del señor Uribe y su séquito de defensores leguleyos y politiqueros, es, utilizando todos los medios y artimañas a su alcance sin importar lo que tengan que hacer, usar todo su poderío corrupto para tratar de cambiar las ramas del Poder público y manipularlas a su antojo, o colocando a sus fichas clave en cada una de ellas, con el fin de mantener incólume toda la estructura del Estado injusto que siempre ha imperado en nuestro país, y con todo ello, perpetuar la inmunidad a los delincuentes de cuello blanco, con toda su sarta de impunidad por doquier.

Quiere decir lo previamente dicho, que en caso de resultar culpable, condenado y “encarcelado” el señor Uribe en el “simple” juicio que se le adelanta por soborno y fraude procesal, con la habilidad que caracteriza a los señores que fungen como defensores del señor Uribe, sin ninguna duda van a confundir, manipular y a alegar cosa juzgada en los demás sumarios que se encuentran en investigación, incluidos los que reposan en la Corte Penal Internacional, y por ende, manipularán todo hasta lograr la exoneración por completo en lo que se le acusa al señor Uribe.

Y para ello, por supuesto, que echarán mano de la solidaridad de todos los medios de comunicación, que cuentan con periodista afines y aduladores del Estado, del gobierno y del señor Uribe en particular, para desplegar a nivel internacional la hecatombe que genere solidaridad y compasión con la “víctima”, ya que en su opinión, se le pretende juzgar dos veces por el mismo delito.

Todo este precedente, por un lado. Y por el otro, a pesar de que la inclusión del señor Uribe en varios de los procesos de investigación por diferentes delitos atroces, no deja de ser uno de los casos más sonados, esto no significa que sea la cosa más importante de la historia del país, como algunos le quieren dar esa connotación, con el ánimo de ensalzar la gloria por el hecho de haber llevado a Uribe a vivir en su hacienda. Es más, en caso de que al señor Uribe lo llegaran a encarcelar de verdad, como elemental inercia de la aplicación de la ley, con una sentencia justa, (cosa que no va a ocurrir) por toda su criminalidad, seguiría siendo escandaloso, publicitado, e histórico si se quiere llamar, pero es un caso más de un delincuente tipificado así por los investigadores y por la justicia. Pero nunca será lo más importante de lo que tiene que ocurrir en el país, para que el pueblo colombiano verdaderamente festeje, como sería la conquista a través de la lucha, de sus objetivos primordiales como justicia, libertad, regocijo económico y verdadero sosiego cultural.

Importante fuera que a raíz de todo lo que se conoce en el accionar de estos bandidos gobernantes, el pueblo colombiano tomara suficiente consciencia de la necesidad de hacer un cambio radical en toda la estructura del Estado colombiano; y para ello, a la vez, fraguara de manera sólida una unidad de acción y exigiera contundentemente una alternativa de Poder Popular, con líderes verdaderamente honestos y capaces en los aspectos político e ideológico fundamentalmente, con el fin de alcanzar una salida digna, para poner fin a tanto desfalco en el erario público, a tanta corrupción, a tanto desmán, a tanto crimen y a tanta injusticia e inequidad; y a tanta mentira empotrada en la mente de cada individuo, producto de la indiferencia y de la pereza por investigar cuanto le sucede a la sociedad y a nuestro ámbito nacional e internacional.

Pensamos de este modo, por cuanto que, así condenaran y encarcelaran a Uribe, los problemas del país y del pueblo permanecen intactos. Es decir, mientras no cambie el régimen actual con toda su podredumbre como guía en Colombia, no dejará de imperar el crimen, la explotación, la injusticia, la discriminación y la negligencia por actuar humanamente.

Es más, así la burguesía colombiana por táctica en la defensa de sus intereses principalmente políticos e ideológicos, dejara subir a la presidencia de la república a un pelele de la izquierda lamejundillos que abundan por doquier, la situación del conjunto de las masas populares no cambiaría para nada, pues a tal o cual zombi lo manejarían al igual que el imperio del Poder gringo manejó la palomita que le dieron al negro, para que le administrara su poderío en todas sus modalidades.

Pareciera pesimista la anterior manifestación, pero la verdad no lo es. Repetimos, para que sucedan cosas importantes en la convivencia económica, cultural, política, militar, educativa, etcétera, en la sociedad colombiana, primero tenemos que saber coger el toro por los cuernos, antes que embarcarnos en una salida que por el contrario, nos puede llevar a la desmoralización, e inclusive a la frustración. Y precisamente, la burguesía que no es tonta, sabe escientemente de esa veracidad, y por eso le dan las palomitas a ciertas marionetas para manejarlas a su antojo y garantizar per sécula seculórum la defensa de su imperio capitalista.

Volviendo al embrollo del señor Uribe, ya para terminar, nos debemos hacer la siguiente pregunta, así sea de manera un poco ingenua y desentendida: por qué la solicitud insistente de Álvaro Uribe para que su leve caso por soborno y fraude procesal, pase lo más pronto a manos de la fiscalía y que la Corte Suprema de Justicia deje de llevar su investigación?. No será esto acaso parte del entramado de la defensa para garantizar la impunidad del sindicado, al igual que todos los crímenes cometidos por los mal llamados padres de la patria?.

Sabemos que si le dan traslado a la fiscalía, de hecho ya se conoce su final, ya que el actual fiscal haría lo que hizo en su época el otrora fiscal Osorio, que archivó muchos casos donde se investigaba a un buen número de delincuentes de “cuello blanco”, comprometidos y responsables de crímenes y de desfalcos a la nación.

En el caso del señor Uribe dadas las condiciones de que al fiscal actual lo puso a tapar más impunidad el gobierno Duque, como ficha clave del Partido Centro D., y del cual es jefe el sindicado Uribe, pues podríamos decir que: “blanco es, gallina lo pone y frito se come”.

Conclusión: lo que pretende Uribe y su defensa es acomodar las cosas a su antojo, es decir, hacer de la justicia un medio para que le limpie todo su prontuario delictivo y desacreditar así a los magistrados y de paso a la Corte Suprema de Justicia. Y por lo tanto, para que el pueblo siga creyendo en su sarta de acomodos y de mentiras, y de hecho, acabar con el poder judicial actual creando otro, con el fin de ponerlo al servicio de todos sus secuaces y decidir quién lo procesa, que es lo mismo que, quién lo exonera de toda culpabilidad.

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